viernes, 7 de diciembre de 2018

CARTA DE UNA ARTETERAPEUTA Y LICENCIADA EN DERECHO. SOBRE EL PLAN DEL GOBIERNO CONTRA LAS "PSEUDO TERAPIAS"

Les dejo este texto escrito por Carmen Maestre, arteterapèuta y licenciada en derecho.

El “Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias” parece más bien un documento sacado del Medievo, que un proyecto salido de las mentes de dos ministr@s de un gobierno “progresista”. Volvemos a la época de la Inquisición y de la Caza de brujas. ¡Qué vergüenza más grande ser parte de un país con este nivel de ignorancia e inconsciencia! Y qué indefensión también… Resulta que ayer despertamos con la noticia lanzada en diversos medios de comunicación:
“El Gobierno lanza un plan para expulsar las pseudoterapias de universidades y centros sanitarios” (titular de ayer del periódico “El País”) Concretamente el plan se llama “Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias”  y establece que: “Se considera pseudoterapia a la sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento científico ni evidencia científica que avale su eficacia y su seguridad”
Este plan remite a un documento que publicó en el año 2011 el Ministerio de Sanidad sobre las terapias naturales y que recogía hasta 139 técnicas diferentes, divididas en 5 bloques:
1. Sistemas integrales o completos (homeopatía, medicina naturista, naturopatía, medicina tradicional china, acupuntura, ayurveda).
2. Prácticas biológicas (fitoterapia, terapia nutricional, tratamientos con suplementos nutricionales y vitaminas).
3. Prácticas de manipulación y basadas en el cuerpo (osteopatía, quiropraxia, quiromasaje, drenaje linfático, reflexología, shiatsu, sotai, aromaterapia).
4. Técnicas de la mente y el cuerpo (yoga, meditación, kinesiología, hipnoterapia, sofronización, musicoterapia, arteterapia y otras).
5. Técnicas sobre la base de la energía (Qi-Gong o Chi-kung, Reiki, terapia floral, terapia biomanética o con campos magnéticos.
Los enlaces al plan del Gobierno y al documento del 2011 al que remite los tenéis aquí:
http://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/sanidad/Documents/141118PlanProtecci%C3%B3n_pseudoterapias.pdf
https://www.mscbs.gob.es/novedades/docs/analisisSituacionTNatu.pdf
Según el texto de este plan esperpéntico “el objetivo es definir y desarrollar acciones para proteger de forma integral a la ciudadanía de las pseudoterapias”, considerando que disciplinas como el yoga, el reiki, el quiromasaje, el shiatsu, la musicoterapia, la Gestalt…, por citar solo unas cuantas de las 139 del listado, suponen un riesgo para la salud y sin base o fundamento en evidencia científica.
Y yo me pregunto: ¿Y quién nos defiende del imperio farmacéutico que es el lado oscuro de la Ciencia? ¿Quién o qué está detrás de este plan diabólico perpetrado para “proteger las salud pública”? Está claro y meridiano que fuertes poderes fácticos y grandes capitales se pertrechan en la sombra detrás de todo esto, para que sigamos gastando de nuestros impuestos cantidades ingentes en productos químicos llamados “medicamentos” que muchas veces hacen más daño que curan.

Y el error fundamental de todo esto tiene su origen en la IGNORANCIA. Señores médicos, farmacéuticos, señores ministros de Sanidad y de Ciencia, vuelvan a cultivar sus mentes, a beber de las fuentes de la Filosofía, de la Psicología, de las Humanidades, para enterarse de una vez por todas y DEJAR DE CONTARNOS MENTIRAS.

 ¿Es que se creen que somos tontos? No, más bien estamos dormid@s si nos creemos las barbaridades que se proclaman en esos documentos.

 El error fundamental es la creencia, sí: la CREENCIA, de que el ser humano es sólo un cuerpo físico dividido en compartimentos estanco, en partes aisladas que no tienen que ver la una con la otra. Así, a mi madre fallecida después de un largo proceso de Parkinson y demencia, el  medicamento que le atenuaba los síntomas del Parkinson, le producía un efecto terrorífico que le hacía tener visiones espeluznantes y que no sólo no la curó de esta enfermedad sino que la condujo además a un proceso de olvido de sí misma e incapacitación total a causa del Alzheimer. El neurólogo de la Seguridad Social, ese que pagamos todos, me hizo a mí elegir qué quería para mi madre: o bien que mejorara en el movimiento de su cuerpo a cambio de tener alucinaciones terribles ó que estuviera sin alucinaciones pero inmovilizada a un ritmo más rápido e incapacitada en una cama.

Esa fue la solución de la “Medicina basada en la evidencia científica”.
Es para echarse a llorar. ¿Quién nos defiende de ustedes, señores científicos y señores ministros de pacotilla?

Yo trabajé unos meses de voluntaria en un centro de día de mayores, y vi con mis propios ojos cómo un enfermo de alzheimer, que no hablaba y que vegetaba todo el día en una silla, vi cómo con una práctica de Musicoterapia, sus ojos se encendían, le despertaba una sonrisa en los labios y pronunciaba dos palabras, no hacían falta más: “Qué bonito”. Yo no conseguí curarle de nada, está claro, (al igual que tampoco le curaba su medicación) pero durante unos minutos ese hombre encontró una fuente sencilla y clara de bienestar y de belleza.

Desde aquí promulgo alto y claro: El ser humano es una totalidad y debe ser tratado como tal, con tratamientos integrales, holísticos, en los que se atienda a todas sus dimensiones: la física, la mental, la emocional y la espiritual. ¡Por favor!

Dejemos de centrarnos tanto en el hemisferio izquierdo del cerebro que busca sólo la evidencia científica, la razón, la lógica. Utilicemos los dos hemisferios, que para eso los tenemos. Abogo por los métodos de sanación que llevan al paciente a conectarse con la belleza a través de sus sentidos, con la escucha y la expresión, con la intuición, con su propia capacidad de autoregularse si le damos tiempo y espacio, con la capacidad creativa para encontrar soluciones, con la conciencia corporal y emocional…

Si el sistema nada más atiende a la parte racional y científica estaremos dejando de lado la maravilla del ser humano. Sí, hay cosas que no tienen evidencia científica, es verdad de momento. El ser humano es tan necio que cree que lo puede saber y explicar todo, y hay una parte que se nos escapa que tiene que ver con el Misterio de la vida y de la muerte, y de quiénes somos. La hipótesis de este Gobierno de ignorantes que por desgracia parece que tenemos, es que el ciudadano es tonto, es como si fuera un niño que hay que proteger.

No, miren ustedes. Nosotros no somos tont@s, ni somos niñ@s vulnerables, ni hay que protegernos de nada. Las brujas no existían en el Medievo como tampoco existen los peligros que ustedes se inventan en la Homeopatía, en la Medicina Tradicional China o en modernas corrientes de Psicoterapia. DÉJENNOS EN PAZ, pues si nos sanamos por otros medios, diferentes a los suyos, podremos dejar de gastar tanto dinero de nuestros impuestos en hospitales, en medicamentos y en tratamientos “científicos”.

Ocúpense de los verdaderos problemas que tiene la población, señores ministros de Ciencia y de Sanidad, y dejen que elijamos cómo queremos sanarnos.

Vamos a encender la llama de la conciencia. Comparte este artículo si estás de acuerdo conmigo. Gracias.

Carmen Maestre. Arteterapeuta y Licenciada en Derecho (las dos cosas a la vez).

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